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La situación de los asegurados es dramática, ya que a pesar de que mensualmente se les descuenta de sus salarios el aporte, lo que la institución ofrece es casi nulo. Actualmente el IPS de la capital del Amambay está atendiendo en una clínica privada que fue alquilada por el ente. Sin embargo, el local no ofrece ni las más mínimas comodidades. Los pacientes deben esperar en la vereda para ser atendidos, no importa si llueve o hace frío.
Las penurias de los asegurados se extienden por varios años. Cabe resaltar que tras ser clausurado el antiguo local del IPS, en febrero del 2014, porque la estructura se venía abajo, se iniciaron los trabajos de construcción del nuevo local que ya debería haber culminado. Sin embargo, hasta ahora el proyecto no está concluido y la obra se encuentra parada. En la víspera ni un solo obrero se encontraba en el futuro local. Los aportantes siguen reclamando una buena atención; sin embargo, a pesar de varias protestas e incluso manifestaciones callejeras, el ente sigue cobrando mensualmente sin ofrecer nada a cambio a los aportantes.
El actual director del IPS en la ciudad, Guillermo Saucedo, confirmó que la obra está parada hace dos meses. Sobre los problemas de realizar radiografías, el galeno señaló que “ya solicité diez mil veces personal y ya estoy cansado de insistir”. Destacó además que están esparcidos por varios locales, soportando esta situación como “judío errante”.