El exespía Sergei Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron envenenados hace 10 días en un restaurante de Salisbury, Inglaterra, con un agente nervioso de fabricación rusa (Novichok) y siguen en estado crítico. Además de ellos, otras 36 personas fueron atendidas por servicios médicos por posible exposición al agente nervioso, todos ellos sin síntomas aparentes, excepto un policía.
LONDRES. El Reino Unido y Rusia mantuvieron su pulso por el caso Skripal y se acusaron mutuamente de falta de cooperación para resolver el envenenamiento de cinco personas en suelo británico con el agente nervioso Novichok.
LONDRES. No es posible garantizar que no surjan más casos de personas expuestas al Novichok, dijo este lunes el responsable de la policía antiterrorista británica tras la muerte de una mujer en Salisbury envenenada por este agente neurotóxico.
BERLÍN. La primera ministra británica, Theresa May, calificó de “profundamente preocupante” el nuevo ataque con el “agente nervioso Novichok”, de procedencia rusa, en territorio británico, que se dio a conocer ayer y por el que dos personas están graves.
Estados Unidos, Francia y Alemania, aliados del Reino Unido, coincidieron en que Rusia es responsable del ataque con agente tóxico perpetrado contra un exespía ruso y su hija en suelo inglés. La OTAN acusó a Moscú de “desestabilizador” y “peligroso”.