Recordamos algunos de los aspectos más polémicos de la obra del eminente entomólogo y biólogo estadounidense Edward Osborne Wilson (1929-2021), considerado un pionero en el estudio de la biodiversidad y en el campo de la sociobiología, fallecido el pasado domingo a los 92 años. Este artículo, que discute con él, queda como demostración de la vigencia e interés de sus ideas y de que siguen generando debate, es decir, de que siguen vivas después de su muerte física: el único destino digno de un científico.
“Jamás olvidó las hermosas melodías populares, la loca, trágica alegría de las canciones de juerga...”
Aunque la estética en el sentido contemporáneo, es decir, no como un tema –la reflexión filosófica sobre el arte y la belleza se remonta en Occidente a la Antigüedad– sino como una disciplina autónoma dentro del quehacer filosófico, es de aparición tardía (se suele datar con Baumgarten, ya en 1742, cuando dicta sus lecciones de estética, ya en 1750, cuando publica su Aesthetica), yo diría que su existencia, de una manera tácita y larvada, es tan antigua al menos como las cavernas pintadas del Paleolítico superior.