Un total de 40 miembros de la barra brava del club Olimpia ya no podrán asistir durante los próximos dos años a ningún evento deportivo organizado por la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). La medida fue impuesta durante la audiencia preliminar efectuada ayer ante el magistrado Alcides Corbeta.
Los clubes del fútbol paraguayo están tratando de acomodar sus estadios de fútbol a las exigencias que el deporte rey tiene en estos momentos. Varios de los que están en Primera División están sumergidos en obras.
En la sesión de anteanoche de la Divisional Profesional de la APF no solo se programaron las próximas dos fechas del torneo Apertura, sino también se habló y cuestionaron las notas de la fiscalía en las que se “recomienda” respetar el acuerdo de no venderse entradas en los estadios (el día del partido) donde juegan Olimpia, Cerro Porteño, Libertad y Luqueño, principalmente en el reducto auriazul, por los últimos hechos de violencia que se registraron.
Los métodos sugeridos por la Fiscalía a la Asociación Paraguaya de Fútbol para una mejor prevención de hechos violentos en los espectáculos deportivos instalan la polémica, porque los clubes sienten que están siendo afectados en sus economías.
Sportivo Carapeguá tiene habilitado el estadio “Municipal” desde ayer, y el lunes próximo será anfitrión de Cerro Porteño, a las 17:30, en la continuidad de la 2ª fecha del Apertura. La ronda se abre mañana con un encuentro en Tuyucuá.
Solo faltaba una gestión administrativa ante la Asociación Paraguaya de Fútbol para que la cancha del Deportivo Capiatá sea habilitada, mientras el estadio Municipal de Carapeguá precisa de una nueva inspección a más de la realizada ayer.