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Los hinchas se sometieron a la figura de la suspensión condicional de la condena por dos años. Con esto evitan el proceso, mediante un régimen de prueba.
Durante todo ese tiempo tampoco podrán consumir bebidas alcohólicas o drogas prohibidas, ni podrán abandonar el país o portar armas y cometer otros hechos punibles. Si algunos de ellos incurre en estas faltas, serán nuevamente detenidos, encarcelados y llevados a juicio oral, explicó el fiscal Eugenio Ocampos.
De acuerdo con el Ministerio Público, los barrabravas fueron detenidos en febrero del 2016 tras un enfrentamiento contra la Policía, a lo largo de la avenida Colón de la capital.
En total fueron detenidos en dicho operativo 51 hinchas, de los cuales siete eran menores de edad y otros cuatro que no se presentaron para la audiencia efectuada ayer. Los hinchas detenidos fueron imputados por el fiscal Ocampos por perturbación de la paz pública, amenaza de hecho punible y resistencia.
Cada uno de los tres delitos tiene una expectativa de pena de cinco años de privación de libertad.
En este caso, los procesados se salvaron de ir a la cárcel al reconocer sus hechos. Sin embargo, quedan expuestos a volver a prisión si no cumplen las reglas de convivencia.
Ocampos dijo que la fiscalía será implacable con la violencia en los estadios de fútbol y las adyacencias.