El papa Francisco proclamó ayer santos a Juan Pablo II y Juan XXIII, dos pontífices que “no se dejaron abrumar por las tragedias del siglo XX”, durante una ceremonia multitudinaria en la plaza de San Pedro a la que asistió también su predecesor Benedicto XVI.
CIUDAD DEL VATICANO (ANSA). La canonización es el acto mediante el cual la Iglesia católica, en ambos ritos (Oriental y Occidental), reconoce el carácter de santo a una persona fallecida.
En los últimos 36 años hubo cuatro papas que canonizaron a cerca de 1344 beatos. A su vez, los cuatro pontífices hicieron beatos a 2547 personas.
Francisco canonizará mañana al polaco Juan Pablo II y al italiano Juan XXIII en una ceremonia en el Vaticano durante la cual elevará a la gloria de los altares a dos papas muy diferentes que cambiaron el rostro de la Iglesia en el siglo XX. Miles de personas ya se encuentran en Roma para asistir al evento.