Mabrouka Athimni observa con tristeza a las mujeres de su cooperativa en Túnez, que cada vez tienen más problemas para llenar sus cestas con plantas aromáticas por la falta de lluvias, un azote crónico en este país del norte de África debido al cambio climático.
PARÍS. “¿La COP24? Creo poco en ello”. Como Anna Escande, fundadora de una asociación que recupera los derroches de las tiendas de comida orgánica en París, millones de ciudadanos se movilizan en el mundo ante la urgencia climática.
PARÍS. Concentración récord de CO2, calor extremo, retroceso de los glaciares... Los últimos indicadores del cambio climático evidencian la urgencia de actuar, en vísperas de la 24ª conferencia de la ONU sobre el calentamiento del planeta.
Necesitamos hablar de las catástrofes atmosféricas que, en forma de terremotos y huracanes, y precedidas por las recientes olas de calor, incendios forestales y sequías en varios puntos del planeta, han devastado en los últimos días parte del Caribe, Cuba, México y Estados Unidos. Necesitamos hacer un análisis crítico de nuestra cultura para reconciliarla con la posibilidad del porvenir.