Javier Martín Santiago de Chile, 9 sep (EFE).- En 1975, dos años después de que el Ejército chileno derribara la democracia, Enrique Evans, miembro de la Comisión Ortúzar de Estudios Constitucionales, establecida por la Junta Militar, dejó una extraña frase que durante años sirvió para explicar las relaciones externas de Chile.
En su reciente visita al Paraguay, el exjuez español Baltasar Garzón se reunió con directivos del Centro de Industriales Metalúrgicos (Cime) y les aconsejó que presenten una demanda ante la Unión Europea, para denunciar que la libertad de participación fue coartada en la licitación de la línea de 500 kV convocada por la ANDE.
Cayeron mal en la Cancillería nacional las declaraciones del exjuez español Baltasar Garzón, quien en una reciente visita al país reclamó “institucionalidad fuerte” para proteger inversiones. El ministro Eladio Loizaga tildó de opinión “muy equivocada y desinformada” sobre la imagen externa del país.
El exjuez español Baltasar Garzón afirmó que la democracia paraguaya, que no es un enclave aislado en un mundo globalizado, necesita de jueces y ministros que, una vez elegidos para el cargo, sean valientes y rechacen cualquier influencia, sea política o económica, porque las leyes los respaldan. Advirtió, asimismo, que el caso que afecta a empresarios españoles (compra de helicópteros) “afecta mucho” la imagen del país en el exterior.
El exjuez español Baltasar Garzón pidió a la Justicia paraguaya que declare nulo el proceso judicial contra dos empresarios españoles, acusados desde 2013 por incumplir supuestamente un contrato de venta de helicópteros al Ministerio del Interior.
El exjuez español Baltasar Garzón respaldará una presentación judicial que miembros de la etnia aché harán ante tribunales argentinos por presuntos delitos de lesa humanidad contra esa comunidad indígena durante la dictadura de Alfredo Stroessner.