Hoy, 5 de noviembre, es el Día de Guy Fawkes. Cuando Alan Moore le puso la máscara de este conspirador del siglo XVI al protagonista del cómic «V de Vendetta», creó un símbolo para nuestros tiempos.
La experiencia filosófica de la máscara y su sentido en la ficción descansan en su función de separar de la vida cotidiana a quien la lleva, con lo que le permite tanto cubrirse como descubrir. Decir que la persona es una máscara es saber que el proceso por el cual el rostro llega a reflejar la identidad es un proceso ambiguo, porque enmascara cuanto se declina asumir como parte de la propia definición. Y eso que se declina, ese fondo magmático, ese caos proteico de nuestro desconocido abismo hecho de puras posibilidades aún sin nombre, es lo que la máscara libera.