“Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso”. Estas palabras pertenecen al Credo, una de las principales oraciones de la Iglesia Católica. Recogen la doctrina de esta acerca del tiempo en que Jesucristo había muerto en la Cruz y no había aún Resucitado, que es el momento que se conmemora este día.
La Semana Santa es inaugurada por el Domingo de Ramos, en el que se celebran las dos caras centrales del misterio pascual: la vida o el triunfo, mediante la procesión de ramos en honor de Cristo Rey, y la muerte o el fracaso, con la lectura de la Pasión correspondiente a los evangelios sinópticos.