Los padres de hijos adolescentes estamos preocupados por el excesivo tiempo que pasan los chicos “pegados” al celular. Un adolescente al que le cuesta trabajo levantarse, duerme en clase, toma largas siestas y está cansado pero siempre atento al celular puede estar sufriendo un trastorno del sueño.
El daño cerebral en bebedores adultos está bien documentado, pero solo recientemente se han empezado a estudiar los efectos del alcohol en el cerebro de los adolescentes. Un estudio patrocinado por el Gobierno de EE.UU. acaba de dar el primer aviso: el alcohol puede provocar en los adolescentes daños neurológicos y cognitivos irreversibles, justo en un momento en que su cerebro está en una fase crítica de desarrollo.