Fer Bachero es un artista difícil y ferozmente impactante. Generalmente dibuja en cartulina blanca y sombrea sus trazos con lápiz negro. Son figuras son familiares para nosotros y próximas a nuestras vivencias pero, finalmente, no son de nuestro mundo. Yo diría que Bachero cultiva un estilo que reverbera en lo ominoso.
¿Qué hace Fernando Arrabal, un escritor español estridente, tratando en las tablas a la viuda de Fulgencio Yegros? Fernando Arrabal –que vive en París– se ha dado el gusto de tener los amigos que quiso en cualquier lugar del planeta y se hizo con los premios envidiables que quiso, en cine, teatro, novela… No obstante, se conoce que su vida privada fue un largo calvario, porque su padre fue mártir combatiendo contra el generalísimo Franco en la Guerra Civil española (1936-1939), mientras que su madre estuvo del lado del ganador. Y con esa bolsa de lacerantes reproches en sus espaldas vivió nuestro ruidoso hombre, que ganó tanto reconocimiento rimbombante –aunque justo– en el mundo de la escritura.
Corría el año 1984 y, por aquel entonces, Borges era aplaudido mundialmente no solo por amantes de literatura, sino por semiólogos, matemáticos, filólogos, especialistas en mitologías, etc. Vivía con Fani, su fiel ama de llaves, en un departamento bonaerense de la calle Maipú 994. En cuanto a mí, vivía en Buenos Aires por el propósito de psicoanalizarme, siendo oriunda de Villarrica del Espíritu Santo.