La mirada de la política en ese sentido sintetiza valores económicos, sociales y, por sobre todo, culturales que viven dentro de ambas sociedades y que, en el caso que nos permite entender, en el Paraguay parece no haber traspasado el umbral de los mitos y de una guerra que concluyó hace más de 130 años. El Brasil, a través de algunos de sus voceros gubernamentales y no gubernamentales, ha subrayado la persistencia de este tipo de pensamientos no haciendo mucho para construir miradas más amplias, respetuosas y racionales posibles.
La relación con el Brasil desde la perspectiva paraguaya ha sido siempre desconfiada y distante. La vieja relación colonial hispano-portuguesa siempre ríspida y conflictiva no logró zanjarse con el inicial Tratado de Tordesillas (1494) sino que se extendió a lo largo de los años hasta la independencia con su carga de tribulaciones y dudas. El tamaño geográfico de Brasil y su independencia tardía del reino de Portugal le dieron una perspectiva histórica-cultural diferente al resto de los países de la región.