En la noche del 28 de noviembre del 2016 ocurrió una de las peores tragedias aéreas de la región. El avión que llevaba al plantel del Chapecoense para disputar la final de la Sudamericana se estrellaba en Antioquia, Colombia. De 77 pasajeros, solo sobrevivieron 6, uno de los cuales hoy rompió relación con el club de la peor manera.
Emilio Verruck, director de la Comisión de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos, señaló que se descartó la hipótesis de una explosión en el accidente aéreo en que fallecieron el ministro Gneiting, el viceministro Ramírez y dos tripulantes más.
Tras el peor desenlace, hoy comienza la difícil tarea de determinar las causas de la tragedia aérea en la que perdieron la vida el ministro Luis Gneiting, su viceministro Vicente Ramírez, el funcionario Luis Charotti y el piloto Gerardo “Baby” López. La avioneta cayó a tan solo 5.800 metros de la pista del aeropuerto de Ayolas y quedó hundida junto con los cuerpos a dos metros en el esteral, donde ayer tuvo lugar el hallazgo y rescate.
El sábado último se cumplieron 21 años de la peor tragedia aérea en la historia del Paraguay: la caída de un avión carguero colombiano sobre un barrio de Mariano Roque Alonso. El accidente, desencadenado increíblemente por una simple broma, dejó un total de 22 muertos, varios heridos, millonarios daños y, por sobre todo, mucha devastación y dolor entre los vecinos.
Un día como hoy, hace ya 21 años, lo que comenzó como una simple broma desencadenó la peor tragedia en la historia aeronáutica del Paraguay. Esta es la historia del avión carguero colombiano, con cuatro tripulantes a bordo, que solo seis segundos después de despegar del aeropuerto Silvio Pettirossi cayó en un barrio de Mariano Roque Alonso, provocando así devastación y muertes, las cuales hasta ahora no se olvidan.
BOGOTÁ (AFP). El avión de la compañía boliviana Lamia que se accidentó cuando transportaba al club de fútbol Chapecoense de Brasil tenía combustible limitado para la ruta que cubría, según los resultados de la investigación preliminar de la Aeronáutica Civil de Colombia presentados este lunes en Bogotá. Los pilotos “eran conscientes de las limitaciones de combustible que tenían en el momento. No era el adecuado ni suficiente”, dijo el secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil, coronel Freddy Bonilla.