Guillermo Duarte Cacavelos, abogado de la familia de Rodrigo Quintana, sostuvo que cree que la fiscala Raquel Fernández —quien investigaba el asesinato del joven dirigente liberal— renunció a su cargo porque era inminente su destitución por mal desempeño por parte del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
La fiscala Raquel Fernández, que investiga el asesinato de Rodrigo Quintana, no quiso pedir cruce de llamadas argumentando que era “morbo”. Si lo hacía con José Ortiz hubiera hallado números del fiscal general, ministros de la Corte y una treintena de autoridades. Y si investigaba al consejero de Yacyretá, Luis F. Canillas, hubiera sido peor: hubiera encontrado su propio número de celular, el de su jefe, el fiscal general, y el de ministros de la Corte.
Los abogados de la familia de Rodrigo Quintana recusaron a la fiscala Raquel Fernández, que investiga el caso. Lo hicieron tras haberse probado que su número de teléfono figuraba en el cruce de llamadas con el entorno de Horacio Cartes.
La fiscala Raquel Fernández, quien “investiga” el caso del “31-M” de la quema del Congreso y el asesinato de Rodrigo Quintana en la madrugada del 1 de abril, y que consideró “impertinente” analizar el cruce de llamadas entre autoridades, fue pillada conversando con Raúl Fernández Lippmann, quien la menciona como su “prima”.
La fiscala Raquel Fernández, quien lleva el caso del “31-M” y consideró “impertinente” analizar el cruce de llamadas entre autoridades, fue pillada conversando con Raúl Fernández, a quien rindió cuentas y consultó cómo fue su declaración en el JEM.
La fiscala Raquel Fernández, en su declaración ante el Jurado de Enjuiciamiento, confirmó que hubo ofrecimiento de dinero para fraguar pruebas y dejar impunes los hechos de homicidio y tráfico de 3.000 kilos de marihuana. El testimonio fortalece las sospechas sobre la actuación de las juezas Norma Girala y Mirta Aguayo, quienes blanquearon en juicio oral a dos acusados.