23 de diciembre de 2024
BEIRUT (ANSA). Seis meses después de la expulsión del Estado Islámico de Raqqa, continúan surgiendo rastros de los horrores cometidos en la antigua “capital” del grupo yihadista en Siria, devastada por la violencia y la lucha. Una fosa común que podría contener hasta 200 cuerpos fue descubierta en el área de la última y amarga resistencia opuesta por los yihadistas antes de la derrota, en octubre pasado.