16 de noviembre de 2024
Cientos de empresas en todo el mundo ya están trabajando en nuevas formas de procesar cereales y frutas para fabricar todo tipo de cubiertos, platos y envoltorios que se asemejan al papel o cartón. Estos no tienen necesariamente que comerse, pero evitan el uso de los plásticos y lo sustituyen por materiales que, si no acaban en el estómago de alguien, pueden ser procesados como residuos orgánicos, pues son plenamente biodegradables como compost en solo 30 días. En contraste, por ejemplo, un plato de papel (más sostenible, aun así, que uno de plástico) tarda 180 días en degradarse.