Vajilla y papel comestible, El futuro ya está aquí

Cientos de empresas en todo el mundo ya están trabajando en nuevas formas de procesar cereales y frutas para fabricar todo tipo de cubiertos, platos y envoltorios que se asemejan al papel o cartón. Estos no tienen necesariamente que comerse, pero evitan el uso de los plásticos y lo sustituyen por materiales que, si no acaban en el estómago de alguien, pueden ser procesados como residuos orgánicos, pues son plenamente biodegradables como compost en solo 30 días. En contraste, por ejemplo, un plato de papel (más sostenible, aun así, que uno de plástico) tarda 180 días en degradarse.

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La fabricación de envases con alimentos se enfrenta, no obstante, a un dilema importante. Si se usan para su fabricación residuos alimenticios o subproductos generados en la fabricación de alimentos procesados o si se utilizan cereales cultivados específicamente para acabar siendo envases, con lo cual volveríamos al problema de siempre: la sobreexplotación de la Tierra.

Pero en un solo año las cosas han cambiado y algunas grandes empresas de alimentación se están planteando en serio alternativas de este tipo. Es el caso de Diageo, el mayor productor mundial de bebidas espirituosas, que ha anunciado este mes que acompañará algunas de sus populares bebidas premezcladas de unas pajitas comestibles con sabor a frutilla, chocolate, lima o limón.

La investigación en el campo de los nuevos envases y el surgimiento de empresas que los fabrican no deja de crecer, y se pueden rastrear cientos de proyectos. La Unión Europea estima que el mercado mundial para los llamados "bioplásticos" está creciendo hasta un 30 % cada año.

Papel comestible para envolver

Una hamburguesería brasileña ya ofrece a sus clientes sus productos envueltos en papel comestible hecho con pasta de arroz. Las hamburguesas se envuelven, pero resulta optativo desenvolverlas o no para poder comerlas. Según destaca la cadena de comida rápida Bob, que el papel sea comestible es una solución inteligente no solo para los clientes más impacientes, hartos de tener que desenvolver su burguer antes de comérsela, sino también para contaminar menos el planeta. A su vez, el ingeniero norteamericano Edwards David creó una serie de envolturas para helado, queso, yogur y café fabricadas con alimentos naturales, y que se mantienen integradas con el uso de iones de calcio, según el sitio de tecnología Wired. La idea de crear estas envolturas surgió en una clase en la Universidad de Harvard, en la que Davis es profesor. Con él trabajaron el diseñador François Azambourg y el biólogo Don Ingber, y la empresa se llama Wikipearl. Las Wikipearl de helado ya están a la venta en algunas tiendas de París, Francia, y los otros productos se encuentran en proceso de lanzamiento, según su página web.

La vajilla del futuro

La compañía polaca Biotrem fabrica ya 15 millones de platos y boles comestibles al año, elaborados con salvado de trigo, que distribuye en toda Europa. Una de las principales ventajas de su vajilla es que aguanta el calor, y puede utilizarse en hornos y microondas. También pueden comerse, aunque en este caso es un material mucho más duro: la idea es, sencillamente, que pueda reciclarse como compost.

También está trabajando en una tecnología parecida la empresa india Bakeys, fundada por el emprendedor Narayana Peesapaty en el 2010, que ha desarrollado unas cucharas elaboradas con subproductos agrícolas de sorgo, mijo, arroz y trigo, amasados con agua caliente y horneados en moldes. Las cucharas se presentan con o sin sabores.

Solo el tiempo dirá si este tipo de iniciativas son movimientos aislados de marketing o un verdadero compromiso de las empresas con la sostenibilidad del planeta. Pero nadie duda ya que el mundo de los envases está cambiando y puede que lo haga más rápido de lo que pensamos.

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