MADRID. Microbios hay en el cuerpo humano, el suelo, los fondos marinos o lugares inhóspitos de la Tierra, pero también en la comida, de los que se sabe poco. Científicos crearon una gran base de datos con la información genética de los microorganismos de 2.533 fuentes alimentarias (de alimentos y sus ambientes).
La Antártida oculta bajo los valles del desierto más frío y seco del planeta una red de lagos y agua salada subterráneos que puede sustentar vida microbiana hasta ahora desconocida, según una investigación publicada en Nature Communications.
PARÍS. A 800 metros de profundidad bajo el hielo de la Antártida, sumergido en la oscuridad y el frío, el lago Whillans permaneció aislado de la superficie durante miles de años.
WASHINGTON. Microbios productores de metano, un poderoso gas de efecto invernadero, podrían haber provocado la mayor extinción en la historia de la Tierra hace 252 millones de años con la desaparición repentina del 90% de las especies.
SÍDNEY. Un equipo de científicos internacionales descubrió en el noroeste de Australia un complejo ecosistema fosilizado de microbios de casi 3.500 millones de años y se cree que se trata de las evidencias más antiguas de la vida en la Tierra.
La Protobacteria Wolbachia pipientis (considerada entre los virus y las bacterias) es un microbio con un pequeño ADN circular, que vive dentro de las células de la mayoría de los artrópodos, insectos, e inclusive en algunos gusanos nematodos.