Es muy importante que la opinión pública entienda cuáles son las verdaderas reivindicaciones paraguayas en Itaipú. La tarifa de la central no es el problema de fondo, como erróneamente parece haberse instalado. De hecho, una tarifa más baja le favorece al Paraguay, que pasaría de pagar un promedio de 29 dólares el megavatio/hora a aproximadamente 10 dólares el MWh, o menos, por la energía que se consume en el país. El punto es que ello beneficia desproporcionadamente a Brasil, que adquiere el 80% de la potencia generada por la hidroeléctrica, incluyendo una parte muy considerable de lo que le corresponde a su socio como propietario condómino del 50%. Si hay acuerdo para que, de ahora en más, Paraguay pueda comercializar por sí mismo sus excedentes, cuanto menor sea la tarifa, mejor. Ambas negociaciones, la reducción de la tarifa y el manejo de los excedentes, deben ir de la mano.