22 de noviembre de 2024
Llegaba la hora de la siesta y, como de costumbre, tu mamá te obligaba a tomar un descanso con la amenaza de que si no dormías por querer salir de la casa, te iba a raptar Jasy Jatere o quizá el Kurupi. Como no querías poner a prueba los relatos de tu madre sobre personas que desaparecieron luego de desobedecer esta orden de reposar, entonces, la única opción era quedarte en la casa.