«Preestrenada en Buenos Aires con espectadores como Roa Bastos, vista en proyección privada en Francia por Cortázar, comparada en sus clases en universidades estadounidenses con ‘Nanook of the North’ (1922) por Jorge Prelorán… eso fue en su momento El Pueblo, la obra que un joven paraguayo de 23 años había producido en el periodo de mayor represión dictatorial», subraya la psicóloga y antropóloga María Esther Zaracho Robertti.
Había nacido en un pequeño pueblo de La Segarra, vieja comarca de Lérida cuyos prados se empaparon de sangre por las batallas entre sarracenos y cristianos durante la Edad Media y en el cual el tiempo parece hoy detenido entre restos de caserones y castillos, onduladas llanuras cubiertas de cereales, bosques, solitarias colinas y pequeños núcleos urbanos que conservan aquel «sosiego» de otras generaciones. Con la agente literaria más importante del siglo XX, se termina toda una época.
La Embajada Argentina y la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) invitan a participar del Encuentro “Homenaje a Julio Cortázar, a cien años de su nacimiento”, en recordación al escritor argentino.
MADRID. Un escritor es, ante todo, un lector y Julio Cortázar lo era de una forma “ávida”, una faceta del escritor en la que se centra una exposición homenaje organizada con motivo del centenario de su nacimiento y que ha reunido objetos personales.
BUENOS AIRES. Las Jornadas Internacionales de Lecturas y Relecturas de Julio Cortázar comenzaron en Buenos Aires, con una exposición de escritores y críticos sobre la relación que tuvo el escritor argentino con el lenguaje popular de la música y el boxeo.