El Papa no olvidó nunca el recibimiento que se le dio en el Paraguay a los sones de "Juan Pablo Segundo, te quiere todo el mundo", un estribillo que recordó cada vez que vio de cerca a un paraguayo como monseñor Claudio Giménez, obispo de la diócesis de Caacupé y presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP). El prelado católico destaca que el deceso del Santo Padre es hasta más doloroso que la partida de un pariente cercano. "Se robó nuestro corazón", afirma en esta entrevista, al tiempo de recordar anécdotas de algunos de sus encuentros con el jefe de la Iglesia Católica, su presencia aquí en 1988 en plena dictadura y la canción que le dedicaron los villarriqueños "Gracias, Su Santidad, por visitar mi país...", entre otras cosas.