El ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, adelantó algunos datos del próximo Informe de Situación Financiera al mes de abril y se congratuló por un déficit fiscal anualizado del 3,41% del PIB, menor al 4,1% con el que cerró 2023, aunque todavía alejado de la nueva meta del 2,6% para este año. Pensar que esto que hoy se da como una muy buena noticia habría sido un escándalo hasta hace relativamente poco tiempo. La Ley de Responsabilidad Fiscal se convirtió en letra muerta, bastardeada año a año con una cláusula introducida de manera automática en la ley anual de Presupuesto, y el déficit del 3,4% del PIB del que hoy presume Fernández Valdovinos es prácticamente el mismo que el de Argentina.