Santiago Peña se empeña en defender con entusiasmo al senador cartista Erico Galeano, acusado por la Fiscalía de varios y graves delitos. El presidente lo hace en momentos en que desea convencer a la comunidad internacional que su gobierno combate la corrupción. Al mismo tiempo, atropella la independencia judicial. Su actitud es un mensaje, cargado de espinas, a fiscales y jueces; también de aliento a los narcotraficantes. Para peor, de acuerdo con las investigaciones de los fiscales, el “caso Galeano” está conectado con la intervención del asesinado fiscal Marcelo Pecci al grupo criminal del caso A Ultranza Py. Esta organización, al perder sus aviones, siguió con el negocio de las drogas en la aeronave de Erico Galeano.