17 de noviembre de 2024
Te acabás de despertar, estás desarreglada y tenés puesta tu ropa de dormir; tu mamá te ocupa a la despensa y aceptás ir, pero malhumoradamente. Al doblar en la esquina, escuchás los halagos y silbidos de los albañiles de la obra; no importa qué tan “fea” te encuentres, ellos siempre están ahí para levantarte el ánimo con una dosis de piropos. En la mayoría de los casos, es casi imposible evitar que se te escape una sonrisa ante esta simpática situación.