El Parque Nacional Médanos del Chaco es hogar de especies amenazadas, como el felino tiríka, y posee uno de los ecosistemas únicos en la región. Buscan modificar su estado de “área silvestre protegida” para explotar minerales e hidrocarburos en el lugar.
La primera muerte de estos casi dos mil animales ocurrió en el siglo XX. La ciencia y las hábiles manos del sueco Francisco Schade los embalsamaron y les dieron todo, menos alma. Hoy, por embate del descuido vuelven a agonizar en el Museo de Zoología.
Se lanzó el libro “Paraguay Salvaje”, que retrata las plantas y animales del Chaco. Ofrece una diversidad y riqueza de especies que se encuentran amenazadas y con riesgos a perderse, si continúa la acción depredadora del hombre.
Las aguas que están llegando bien actualmente a zonas del Chaco desde el río Pilcomayo favorecen a que los animales silvestres, principalmente yacarés, se acerquen a la zona de Gral. Díaz, según el Dr. Eusebio M. Cardozo, representante de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) ante la Comisión Nacional del Pilcomayo. La llegada de abundante agua es a través de la embocadura habilitada en enero pasado.
Preservar la belleza del gua’a hovy, surcando la cabellera del viento tibio, es el desafío impulsado por una asociación que busca instaurar en el cotidiano de la gente principios básicos de cultura ambiental.
TOKIO. El grupo ecologista Greenpeace denunció , pocos días antes del quinto aniversario del terremoto y tsunami que provocaron el accidente nuclear de Fukushima, que un lustro después se han detectado mutaciones en plantas y animales de la zona.