REDACCIÓN CIENCIA. Científicos de varios centros de investigación estadounidenses han realizado el mayor análisis unicelular en cerebros de personas con esquizofrenia, logrando un mapa de cómo los genes, que se sabe que aumentan el riesgo de padecer este trastorno mental grave, afectan a células específicas del cerebro.
“¡No vales nada!”, lanza un hombre virtual en la pantalla. “¿Puedes irte, por favor?”, le responde una mujer sentada frente al ordenador. La idea ayudar a los esquizofrénicos a combatir las “voces” que escuchan.
BARCELONA. Los genes de la esquizofrenia protegen del alzhéimer con pronóstico más grave, que es el que va acompañado de síntomas psicóticos.
Ignacia Pedrozo es una mujer de 30 años que padece de esquizofrenia y que prácticamente vive encerrada en una “jaula” de madera. Y aunque parezca un trato inhumano, es la única forma que encuentran sus padres para mantenerla segura de ella misma. La familia carece de recursos y no pueden solventar el tratamiento médico que puede ofrecerle a Ignacia una mejor calidad de vida.
Alucinaciones, cambios de actitud, ideas delirantes y déficit en la capacidad intelectual son síntomas de la esquizofrenia, pero con una medicación adecuada y el apoyo de la familia, las personas con este trastorno pueden llevar una vida tranquila.
La esquizofrenia es un trastorno que se caracteriza por comprometer el juicio de realidad de la persona, es decir, su capacidad de discriminar lo real de lo irreal o imaginario. ¿Cómo percibe el mundo una persona que padece de esquizofrenia? El individuo, además de percibir los estímulos que los demás captan a través de sus sentidos, percibe al mismo tiempo otros, que para las demás personas no existen (alucinaciones). Por ejemplo, escuchan voces o ven objetos y personas que los otros no escuchan ni ven.