Otra mujer también se encuentra encadenada en la sede del Poder Judicial, denunciando una presunta maniobra de la justicia para desalojarla de su hogar. Según refiere la denunciante, años atrás construyó en el terreno de sus suegros junto con su esposo en ese entonces. Luego de separarse del hombre, obtuvo una acción judicial para mantenerse en la casa junto con su hijo.
Tomasa Pereira, estudiante de Ciencias Políticas, se encadenó frente a la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales para pedir que se levante la toma y le permitan culminar su carrera. Dice que no se irá hasta que no levanten la medida.
Una mujer de Villarrica se encadenó al portón de la agencia local de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) en reclamo a los cortes en el servicio de agua potable que se sufren todos los días en esta ciudad.
Idalina Arzamendia, de 42 años, se encadenó como medida de reclamo debido al pago del sueldo que le adeudan las autoridades del Hospital Regional de Villa Hayes desde hace más de seis meses. También pide el apoyo de la ciudadanía.
La mujer que está encadenada frente al Indert desde el 12 de julio amenaza tomar medidas más drásticas para obtener el título del inmueble que ocupa hace 21 años. Dice que las autoridades del ente ahora afirman que esas tierras no les pertenecen.