La dermatitis canina es una inflamación superficial de la piel, caracterizada por rubor o enrojecimiento, calor, hinchazón, dolor o aumento de la sensibilidad y alopecia (perdida de pelo) en la zona afectada. Y es más común de lo que se piensa.
La piel está irritada, tiene escamas y pica... Lo peor es que parece ser un círculo que nunca acaba, porque cuando un se rasca, la zona pica más. La dermatitis atópica puede ser insoportable si no se la trata.
Una curiosa dermatitis se produce en las manos, ojos y otras zonas en contacto con algunas plantas y la radiación solar. Los rastros que deja por algún tiempo, la picazón, el ardor y hasta ampollas pueden alarmar a quienes tocaron hojas o cortaron tallos.