El 22 de abril pasado se recordó el Día Internacional de la Madre Tierra, creado en el ámbito de las Naciones Unidas como una forma de llamar la atención de los ciudadanos del mundo sobre la necesidad de cuidar nuestro planeta, este maravilloso globo azul orbitando el espacio infinito. Nuestra morada común, el único lugar que tenemos donde vivir y que, paradójicamente, nos empeñamos en destruir.
El senador Juan Afara logró la inclusión como punto del orden del día de la ampliación de la ley de deforestación cero por 10 años más. Mientras tanto, miembros de organizaciones ambientales aguardan frente al Congreso la aprobación de esta prórroga para proteger los bosques nativos del país en la Región Oriental.
Más de 30 organizaciones entregaron una dura nota dirigida al presidente Mario Abdo Benítez, solicitando que descarte una “nueva amenaza que pone en riesgo los bosques del Paraguay”. Expresaron su total rechazo a la solicitud del ministro de Agricultura y Ganadería, Rodolfo Friedmann, quien -según las denuncias- intenta revivir el cuestionado decreto 7.702, que permitió la eliminación de numerosas reservas naturales.
El senador Paraguayo Cubas (Cruzada Nacional) pidió tratar en 15 días su proyecto de ley de “Deforestación Cero” en el Chaco. Dicha propuesta fue analizada y postergada indefinidamente en la Comisión Permanente del Congreso el 5 de febrero último cuando la indignación ciudadana era alta y los menonitas minimizaban el impacto.
Unas 30 organizaciones ambientales comprometieron a candidatos del Frente Guasu, así como lo hicieron con otros partidos, para que reviertan el decreto por el cual Horacio Cartes habilita la tala de bosques y piden ampliar la ley de deforestación cero.