El plantel de Libertad se encuentra desde cerca de la medianoche de ayer en la ciudad de Tucumán, Argentina, a la espera del estreno en el Grupo 3 de la Copa Libertadores.
River Plate conquistó ayer la cuarta Copa Libertadores de su historia, tras vencer en tiempo suplementario por 3-1 a Boca Juniors, en una vibrante final entre los clásicos equipos argentinos disputada en el estadio Santiago Bernabéu de la capital española. En Madrid, a más de 10.000 kilómetros de su estadio Monumental, River se proclamó campeón de esta controvertida Copa marcada por la violencia ocurrida en Argentina y su traslado fuera de Sudamérica.
MADRID (AFPy EFE). River Plate y Boca Juniors empezaron ayer su preparación en Madrid para llevarse el domingo la Copa Libertadores en una final “medio rara” y bajo fuerte vigilancia policial tras los incidentes acontecidos en Buenos Aires que provocaron su reubicación.
BUENOS AIRES (AFP). River Plate ratificó ayer su rechazo al cambio de sede para el partido de vuelta final con Boca Junior por la Copa Libertadores, aunque el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, afirmó que “la pelota no se puede parar”, tras la orden de la Conmebol de jugarlo en Madrid el domingo 9 de diciembre (a las 16:30, hora paraguaya).
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, entre River Plate y Boca Juniors, “se va a disputar con ambas hinchadas en la ciudad de Madrid en el estadio Santiago Bernabéu” el 9 de diciembre a las 20:30 hora española (16:30, de Paraguay), afirmó ayer el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, desafió ayer a su par de Boca, Daniel Angelici, a que desista de pedir los puntos del suspendido partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores por violentos incidentes.