Los commodities son bienes genéricos no diferenciados que se comercializan en su estado natural. Existen commodities agrícolas, como el trigo, maíz, la soja etcétera, que son productos que nacen obviamente del proceso natural de la germinación de la semilla de las manos del agricultor y culminan quizás en plantas procesadoras muchas veces a miles de kilómetros de su cosecha, exponiéndose a diferentes tipos de riesgos que amenazan su valor comercial propiamente dicho, generando pérdidas cuantiosas a quienes intervienen y tienen un interés económico lícito sobre el producto en cuestión.
Considerando los datos sobre empleo en el Paraguay, se verifica que hubo avances durante el “boom de los commodities”, entre 2010 y 2013, que luego fue cayendo hasta llegar a su nivel más bajo en 2016, año en que, según la Encuesta Permanente de Hogares, se registró un desempleo de más de 202.000 personas, que representa un 6% de la Población Económicamente Activa, que llega a 3.382.113 habitantes. Varios factores incidieron en esta situación, y ahora nuestro país se enfrenta al gran desafío de mantener los avances de los indicadores generados durante aquel “boom”.
Los precios internacionales de los productos agrícolas en general cerrarían este año con un incremento promedio de 3,3%, de acuerdo con el reporte Índice de Commodities Itaú para América Latina.
Al titular de la Fundación Dende, Alberto Acosta Garbarino, no le sorprende el crecimiento de la pobreza en nuestro país. Eso ocurre en casi toda América del Sur y se debe, principalmente, a la caída de precios de los commodities. Lamentó, en ese sentido, que se dé prioridad a la politiquería y no a afrontar flagelos que afectan a la población en general.
CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). Especialistas internacionales en commodities sustentables de las Naciones Unidas se reúnen esta semana en esta capital departamental. Además de debatir entre ellos, desarrollaron un foro público sobre las experiencias internacionales para mejorar competitividad. Resaltaron que en el mundo son cada vez más las empresas y los gobiernos que exigen producción sustentable para la adquisición de soja y carne, principales commodities nacionales.
Luego de un periodo de altos precios de los commodities agrícolas, especialmente el año 2012, con una soja cotizando en promedio a 500 dólares por tonelada, la oferta y la demanda de los productos agrícolas se han ajustado en el último año, con una caída marcada en la cotización de los principales rubros: soja, maíz, trigo y también el arroz desde mediados de 2014. En los últimos meses del presente año los precios de los principales commodities agrícolas han comenzado a subir como resultado de ajustes entre la demanda, la oferta, el consumo y los stocks que restan de las campañas pasadas, es decir, cuanto de lo que se produjo no pudo ser comercializado y se agrega a la disponibilidad para el próximo ciclo, generando presiones a la baja, si el volumen es alto.