16 de noviembre de 2024
REDACCIÓN CIENCIA. El vuelo de los colibríes -una maravilla de la naturaleza- les permite revolotear sobre una flor con precisión quirúrgica y sin rozarla. Hoy un estudio desvela cómo lo hacen: su agudo sentido del tacto les permite crear un mapa corporal tridimensional que les ayuda a geolocalizarse con exactitud.