Sin duda alguna, este año estuvo marcado por grandes casos de corrupción, una condena histórica, entre otras leves a los responsables y por supuesto, desvergonzados blanqueos. Las mismas caras de siempre y otras recién llegadas, aprovecharon su cargo para dar el zarpazo de sus vidas al dinero del pueblo, escudados por amigos con tentáculos en la justicia.
La fiscala Victoria Acuña cuenta con algunos antecedentes sobre desestimación de denuncias en casos que afectaban a políticos, como Nelson Aguinagalde y José María Ibáñez.
La fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, quien llegó al cargo de la mano del presidente de la República Horacio Cartes, al parecer está pagando el favor con blanquear o enfriar casos en los que están involucrados políticos y allegados a estos.
El plan para blanquear a Miguel Ángel Carballo se inició en la fiscalía y rápidamente la defensa del “mecánico de oro” retiró un incidente que había planteado para trabar el avance de las pesquisas. Todo se alinea para levantar los embargos que tiene el procesado y luego dejarlo libre de culpa y pena en tiempo récord, tal como ocurrió en otros procesos abiertos por corrupción.
El fiscal Nelson Ruiz solicitó esta semana el sobreseimiento provisional de Miguel Carballo, el amigo de Víctor Bogado más conocido como el “mecánico de oro”. El agente tomó el caso hace tres meses y partió de una sospechosa pericia. Ruiz tiene un largo historial de blanqueos en casos trascendentales. Todo bajo el amparo de la fiscala general Sandra Quiñónez.
El diputado de Cordillera Nazario Rojas (ANR, Añetete) presentó un proyecto de ley en el que plantea que la figura de la suspensión condicional del procedimiento solo pueda darse previa condena. Con la modificación y ampliación del artículo 21 del Código Procesal Penal, Rojas pretende que casos similares al de su correligionario y aliado político José María Ibáñez, ya no se den a través de una salida alternativa al proceso (sin antecedentes).