DAMASCO. “Queremos democracia, no un Estado religioso”, “Siria, Estado libre y secular”, coreaban los manifestantes, hombres y mujeres, reunidos en la emblemática plaza de los Omeyas, en el centro de Damasco, más de diez días después de la caída de la capital siria en manos de una coalición liderada por islamistas radicales.
Rebeldes islamistas anunciaron este domingo que comenzaron a ingresar a Damasco, la capital de Siria, en medio de fuertes tiroteos. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó que el presidente, Bashar al Assad, dejó el país.
El régimen sirio del polémico dictador Bashar al-Assad acreditó oficialmente embajador concurrente ante el Gobierno de Mario Abdo Benítez,merced a un decreto. Se trata del diplomático Sami Salameh, actual embajador de Siria en Argentina. El país árabe sufre una sangrienta guerra civil desde el 2011. Bashar al-Assad es aliado clave de Irán, Rusia y del grupo miliciano libanés Hezbollah.
En noviembre de 2017 en la ciudad rusa de Sochi, a orillas del Mar Negro, Vladimir Putin, Hasan Rouhani y Recep Tayyip Erdogan, presidentes de Rusia, Irán y Turquía, respectivamente, se reunían para delinear las acciones a seguir en Siria.
BEIRUT (ANSA). El presidente sirio, Bashar al Assad, se atrevió a bromear en el marco de la represión y combates por los cuales murieron en su país más de 110.000 personas desde marzo de 2011 y dijo que debería haber recibido el Premio Nobel de la Paz, adjudicado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
ROMA. El presidente sirio, Bashar al Assad, dijo que es “imposible” que las fuerzas de Damasco “hayan usado armas químicas” sin su permiso, en una entrevista con Rainews24.