Desde el 1 de febrero, el gobierno hará un estricto control a aquellos vehículos usados que sean importados. En varios puertos de ingreso al país, tanto la Dirección de Aduana como el Ministerio del Ambiente, tendrán equipos especiales para el control de humo. Si no aprueban la verificación, indefectiblemente los vehículos deberán regresar al país de origen.
Luis Pereira, del Centro de Importadores de Vehículos Usados, dijo que la industria automotriz brasileña y la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam) quieren sacarlos del mercado para aumentar la venta de automóviles 0 km del Brasil.
Luis Castiglioni, canciller nacional, aseguró que se negocia con Brasil un nuevo acuerdo sobre la industria automotriz en el cual se protege a todos los sectores, incluyendo a los importadores de vehículos usados.
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La asesora legal de la Asociación de Importadores de Vehículos Usados (“chilere”), Carla Bacigalupo, pidió a las autoridades del Gobierno que las medidas que tome con relación a este sector sean graduales.