La veterinaria Jazmín Marecos dice que muchas personas creen que son alérgicas al pelo del gato y en realidad no es el pelo propiamente el causante de la alergia, son las proteínas que van pegadas al mismo, o las proteínas que se desprenden del animal y deja en el ambiente.
Cuando se suscitan cambios bruscos del clima, como el descenso abrupto de la temperatura, como vienen ocurriendo en estos días, las personas que cuentan con algún antecedente alérgico fácilmente entran en descompensación si no están protegidas y no mantienen un control estricto con su médico de confianza. Así lo advirtió ayer el neumólogo Carlos Morínigo, al resaltar que una laringitis puede desencadenar en un cuadro obstructivo por alergia, al igual que una bronquiolitis y el asma, este último clasificado como enfermedad crónica con un importante índice de mortalidad si no es tratada en tiempo y forma.
Los cuidados del alérgico incluyen una dieta exenta de aditivos o alimentos muy procesados, evitar el tabaco y el polvo en el dormitorio y la oficina. Retire las alfombras, los peluches, estantes con libros u otros que favorezcan la acumulación de polvo estacionado.
Los alérgicos son propensos a padecer esa molesta “nariz tapada” o dolor de garganta, entre otros síntomas. Es imperativo no exponerse al polvo, moho, venenos y polen de las plantas para estar a salvo.