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En el resultado final de la auditoría realizada a la gestión del liberal, la Contraloría indicó que no se registró en la ejecución presupuestaria en el origen del ingreso unos G. 32.272.749 del cobro por impuesto inmobiliarios, tampoco hay documentos respaldatorios por G. 31.991.441, en concepto de cobro por patente de rodados.
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Asimismo, los auditores tampoco encontraron documentaciones por el gasto del servicio de aseo y mantenimiento por G. 15 millones, no hay facturas por el pago a los técnicos profesionales por G. 75 millones y además se compró combustible por G. 150 millones, pero no hay documentación respaldatoria.
Tampoco hay rastro documental de unos G. 150 millones en concepto de bienes e insumos, y de G. 745 millones en concepto de pago por construcciones supuestamente ejecutadas.
Las adjudicaciones que el intendente William López hizo durante el periodo auditado no contaban con rastro documental por G. 1.050 millones por obras municipales supuestamente ejecutadas.
Tampoco se encontró la póliza de seguro de la obra “Reparación General del Parque Ita Koty” y la firma del fiscalizador de Obras en el certificado de obras.
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Así como tampoco hay documentos de uso de G. 266.049.994 en obras con dinero del Fonacide.
En tanto que, la municipalidad de Itacurubí de la Cordillera no realizó la retención de IVA en el 2022, según el informe del ente contralor.
Otro punto detectado por los auditores es que la administración municipal tiene debilidades en el control interno en especial para el programa de almuerzo escolar, por lo cual no se pudo garantizar la calidad de los alimentos que se distribuyó a los alumnos durante el 2022.
La Contraloría recomendó a los responsables de la Comuna a controlar y verificar todas las recomendaciones para evitar más faltas administrativas en el futuro.