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A principio del año lectivo, el presidente Santiago Peña y el ministro de Educación Luis Ramírez habían presentado al Programa Hambre Cero como una “revolución” en la alimentación en las escuelas y que supuestamente se evitaría la malversación de recursos, vicios muy común cuando el dinero era administrado por las municipalidades y gobernaciones mediante el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).
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Este proyecto considerado programa “estrella” del gobierno también trajo consigo varios conflictos, pues dejó sin presupuestos otros programas sociales anteriores. Sin embargo, desde el gobierno se insistía que con la aplicación del sistema se evitarían la corrupción y las desprolijidades administrativas.
No obstante, desde la implementación en agosto pasado, ya hubo múltiples cuestionamientos en la distribución de alimentación escolar a 455.000 estudiantes. En ese contexto, la Contraloría General de la República (CGR) emitió sus primeros informes de auditoría.
Según los documentos del ente contralor de la verificación in situ de tres instituciones educativas del Departamento de San Pedro, una estaba cerrada, y en las otras dos se encontraron llamativas faltas administrativas.
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Escuela cerrada en pleno año lectivo
Una comitiva de la Contraloría General de la República llegó de manera sorpresiva el pasado 23 de octubre la sede de la Escuela Básica N° 2636 Primer Gobernador de San Pedro, pero nadie se encontraba.
“El equipo auditor se constituyó en la sede de la Escuela Básica N° 2636 Primer Gobernador de San Pedro del distrito de Santa Rosa del Aguaray, constatándose que la misma estaba cerrada y sin ningún funcionario, motivo por el cual no pudo dar cumplimiento a su cometido”, reza parte del informe emitido por la CGR.
Además señala que los funcionarios tuvieron que llamar por teléfono a la encargada de la Supervisión Educativa Área 0251, Lic. María Francisca Duarte, quien informó que la directora y los docentes de la citada institución se encontraban en la ciudad de San Pedro del Ycuamandyyú para un concurso público de docentes organizado por Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), por lo cual los alumnos no tuvieron clases en la referida fecha.
No hay monitoreo adecuado de la entrega, según CGR
La siguiente verificación in situ realizada durante el año lectivo fue en la Escuela Básica N° 7109 San Agustín, también en Santa Rosa del Aguaray. En esta institución se pudo verificar tanto las documentaciones, como el sistema de distribución de la alimentación escolar.
Allí el equipo auditor detectó que no fue designado un responsable de la recepción de los insumos para la alimentación escolar. Este paso lo hacen o el director o alguna de las personas encargadas de la preparación de los alimentos. Al no contar con un responsable visible se podría dificultar la coordinación de tareas, y la individualización del responsable en caso de surgir inconvenientes, indica la Contraloría.
Asimismo, tampoco se observó el menú diario de todos los servicios de alimentación escolar dentro del predio de la institución, por lo cual ni los padres ni los alumnos tenían conocimiento de qué plato sería el distribuido cada día. De esta manera las autoridades de dicha institución violaron el artículo 16 de la resolución del Ministerio de Educación N° 1211 del 7 de agosto pasado.
Otra de las desprolijidades detectadas en la Escuela San Agustín es que las autoridades educativas no dejan constancias de las raciones sobrantes en los casos de redistribución de los alimentos. Tampoco son cargadas en la Plataforma del MEC la asistencia de los alumnos.
Como descargo la institución alegó que el registro lo realizan en planillas de forma manual, debido a la conexión inestable del internet por estar en una zona alejada. Esta situación impide el monitoreo adecuado y control de la asistencia de los alumnos, y que la carga se realice de forma correcta y en tiempo real y sobre todo se garantice que la alimentación, si es entregada a los niños.
La tercera institución visitada fue la Escuela Básica N° 6296 Santa Lucía, de Santa Rosa del Aguaray. En esta institución las actas de recepción de las raciones de almuerzo escolar fueron emitidas mensualmente, debiendo emitirse diariamente. Además la escuela no dispone de planillas de asistencia de alumnos. Asimismo no se ubicó en lugar visible el menú diario de todos los servicios de la alimentación escolar.
Otra de las falencias detectadas es que la institución educativa no dispone de un comedor adecuado para el servicio de alimentación de los alumnos, quienes reciben sus raciones en los pasillos de la institución.
Asimismo, el equipo auditor detectó que la institución educativa no cuenta con la nómina del personal contratado para el servicio de alimentación escolar. Tampoco posee la totalidad de los utensilios y elementos para el servicio de alimentación escolar y, por último, las raciones sobrantes fueron redireccionados entre los alumnos, sin dejar evidencias documentales.
Si bien, estas son falencias administrativas y de procedimiento, ayuda a la vulnerabilidad de la distribución y de la falta de monitoreo. Es decir, no se podrá saber si de verdad se distribuyen la cantidad de raciones que se anunció o si efectivamente son los escolarizados los que reciben la alimentación.