Video: así vendían registros a casi el triple del precio oficial y en tiempo récord en Dinatran

La Contraloría dispuso una fiscalización especial inmediata en la Dinatrán, a cargo de Luis Fernando González, debido a una denuncia de supuestas irregularidades en la expedición del registro habilitante para el transporte de cargas peligrosas. En un video se ve que un funcionario del ente vende el carnet a casi el triple del precio oficial y en tiempo récord de menos de media hora, pese a que el usuario debió haber hecho un curso de tres días.

Un camión cisterna que traslada cargas peligrosas. (Imagen de referencia)
Un camión cisterna que traslada cargas peligrosas. (Imagen de referencia)Gentileza

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La Contraloría General de la República (CGR) dispuso una fiscalización especial inmediata a la Dirección Nacional de Transporte (Dinatran) para verificar que la habilitación y regulación del transporte público hayan sido realizadas de acuerdo a la normativa legal vigente.

Esto se debe a que una investigación del medio de internet Paraguay Urgente reveló a través de un vídeo el negociado de la Dinatrán, cuyo director es Luis Fernando González, para acceder al carnet habilitante para el transporte de cargas peligrosas. El carnet se estaba vendiendo en la Dinatrán a G. 1.200.000, cuando el costo estipulado es de G. 450.000.

Además, el registro es expedido en un tiempo récord de menos de 30 minutos, pese a que la exigencia de Dinatran -según consta en su web- es la realización de un curso de tres días, a desarrollarse el 26, 27 y 28 de junio.

En el vídeo, se ve involucrado a Rubén Aquino, jefe de departamento de Educación y Seguridad Vial, quien sería el encargado del negociado. Según Paraguay Urgente, es un funcionario antiguo y de confianza del ahora director de Seguridad Vial, Pedro Espínola, actual presidente de la Seccional Colorada de Capiatá y hombre fuerte del titular de Dinatran.

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El negociado de venta de registros en Dinatran

Las imágenes compartidas muestran a un chofer -que requiere un registro para cargas peligrosas- cuando acude a la oficina de Dinatrán y es atendido por un funcionario, quien lo remite junto a su compañero, a quien pregunta por Ramón Aquino.

En ese momento, es corregido por el segundo funcionario, quien le aclara que se trata de Rubén Aquino y no Ramón.

Luego, el mismo funcionario -quien resultó ser Rubén Aquino- aparta al chofer y lo lleva a un rincón, donde lo sienta en un banco, en un ambiente privado, para que la conversación entre ambos no sea filtrada, acción que deja entrever que se trataría un trámite irregular.

“De Petropar vengo. Conseguí un trabajo para la mañana a mañana y me piden registros para cargas peligrosas”, le dice el usuario.

Quiere saber quién envió al chofer a buscarlo

Aquino, en principio, se lo escucha preguntando al usuario quién lo envió a buscarlo y le dio su nombre, como tomando recaudos para no exponerse, como reconociendo que cometería una acción ilegal.

El usuario le responde que un familiar y le expone su urgencia de contar con un registro de conducción para cargas peligrosas.

“¿Quién te dio ese nombre? y ¿de dónde sos vos?”, le insiste Aquino. Luego, le aprueba el pedido: “Vamos hacerte”, le dice en un guaraní.

“Vos sabes todo luego. Si favor con favor... Sabes todo luego”, le responde el usuario.

El pago y un comprobante

Aquino ahí le dice cuánto le costará acelerar el trámite, sin tener que hacer ninguna capacitación, y le solicita su cédula de identidad. “Por G. 1.200.000 te vamos a hacer. No te vayas a complicar”, le indica.

Posteriormente, el funcionario de Dinatran llama al chofer para tomarle una foto para su carnet.

Una vez tomada la foto, el video salta a la parte en la que el chofer realiza el conteo de los billetes y los entrega a Aquino. Este hecho nuevamente fue realizado en el rincón privado, donde en principio habían conversado.

El chofer pide un comprobante y el jefe de Dinatran le aclara que solamente le podrá dar consignando “la colita” del monto que abonó, o -en realidad- el costo real del trámite que ascidente a G. 450.000.

Ofrece sus servicios irregulares

Tras concretarse el trato, el supuesto usuario le consulta a Aquino si puede enviar a más colegas suyo para realizar el mismo trámite irregular, a lo que el funcionario de Dinatran responde con aprobación e, incluso, le pide su número para ofrecer sus servicios.

Posteriormente, conversan ambos sobre los montos que se manejan de forma paralela a los oficiales para los trámites. Aquino aclara que para obtener el registro por primera vez se debe abonar -ilegalmente- G. 1.200.000, mientras que para la renovación se reduce a G. 1.100.000.

Finalmente, Rubén Aquino realiza una llamada perdida al contacto telefónico del usuario para comprobar si le dio la línea correcta. Una vez confirmado ello, el chofer se retira.

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