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El escenario estaba listo y el show estaba por comenzar ayer, en el centro de Asunción, pero un olor bastante alejado del que emana de las flores, impedía las celebraciones por el Día de la Primavera y el Día de la Juventud. El líquido de una cañería de cloaca rota corría por las calles. Si bien las aguas negras son responsabilidad de Essap, coordinar trabajos para evitar este bochorno es menester municipal.
Paralelamente, también ayer, en el barrio Mburicaó, vecinos contaban su desilusión, porque el mismísimo intendente había ido hasta el lugar y les había prometido para este 21 de setiembre la inauguración de su plaza Naciones Unidas, obra que tiene dos años de atraso.
Óscar “Nenecho” Rodríguez, intendente de Asunción colorado cartista, está imputado por asociación criminal y lesión de confianza en el conocido caso “detergentes de oro”. La Fiscalía considera, en su acta de imputación, que con compras simuladas en pandemia, se generó un perjuicio patrimonial de más de G. 1.800 millones.
La Fiscalía también investiga un desvío de G. 500.000 millones en bonos que eran para obras que no se hicieron, caso denunciado por ABC y confirmado por la Contraloría General de la República. Hablan de gastos “operativos”, pero hasta ahora Nenecho no mostró públicamente ni una sola factura que pruebe el destino final de ese dinero. Se trata del mayor desvío de fondos de la historia, dicen los opositores.
Pero todo esto pareciera ser “normal” para los colorados cartistas, que mantienen a Nenecho en su silla, convirtiéndose en cómplices del daño patrimonial y el multimillonario desvío de los que habla la Fiscalía, y de las consecuencias que esto tenga en la administración municipal.
Haciendo galas de su impunidad, Nenecho tomó un avión y se fue a Miami, Estados Unidos, con su esposa, Lizarella Valiente, senadora cartista. Allá salieron de compras y unos días después fueron a un curso en el que, dijo el intendente, iban a hablar de catástrofes y cómo enfrentarlas. Mientras, acá, los que vivimos y trabajamos en Asunción, analizamos cómo rayos lidiar con las catastróficas consecuencias que tendremos en esta primavera con Nenecho.
A favor de quienes consideramos que lo que está pasando en la Municipalidad de Asunción es demasiado grave y debe ser investigado y sancionado, la historia demuestra que las primaveras, como la juventud, son sinónimo de revolución y que no hay mal que dure cien años ni impunidad que valga cuando la cloaca, como ayer ocurría en pleno centro de Asunción, se destapa y comienza a salpicar.