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Dijo también que, unos 20 metros más adelante, el niño se lastimó la rodilla al bajar apresuradamente a pedido del chofer. El reclamo fue realizado el pasado día 13 de agosto en dicha dependencia policial y el acta, labrada por la suboficial ayudante Mariza Mascareño.
La denuncia, efectuada por Antonio Medina, de 38 años, padre del escolar S.A.M., refiere que ambos estaban a bordo del ómnibus de la citada línea, explotada por la empresa Coronel Thompson, y que cuando eran las 07:10 del referido día tocó el timbre para descender del mismo, en la avenida Eusebio Ayala y Morquio.
En dicho momento, dijo, el conductor del automotor detuvo la marcha solamente un instante, por lo que el menor no pudo bajar con la rapidez pretendida por el trabajador a causa de su ceguera. Inmediatamente, el chofer aceleró nuevamente, agrega la demanda, y “le agredió verbalmente” al escolar. Luego detuvo el rodado más adelante y el niño consiguió descender, pero se lesionó la rodilla, señala el informe. El padre del pequeño indicó que este tiene una válvula definitiva en la cabeza debido a múltiples cirugías.
Además, comentó que muchos de los conductores de ómnibus no respetan la Ley N° 3.365/007, que establece que los invidentes y un acompañante no deben abonar el pasaje en autobús -lo cual es una queja recurrente-, a pesar de que se les exhibe el carnet expedido por el Inpro que certifica la dificultad visual del que lo porta.
Directivos de la Escuela Santa Lucía para personas invidentes, al ser consultados con respecto a lo mencionado, expresaron que tratarán de concertar una reunión con los directivos del Centro de Empresarios del Transporte (Cetrapam), a fin de solicitarles su intermediación para que dicha clase de inconvenientes no vuelvan a producirse, tal vez con capacitación a los trabajadore del volante.