“El maltrato infantil deja secuelas mentales traumáticas hasta la vida adulta, con trastornos desde leves hasta muy graves. Sobre todo, en una sociedad como la paraguaya, en la cual todavía impera la disciplina autoritaria y muchas veces hasta cruel con los niños”, afirma Osmar Sostoa, psicoanalista y expresa el profesional que la práctica clínica lo llevó a trabajar en dicho tema con el fin de dilucidar mejor las causas por las cuales los traumas psíquicos en adultos abundan en nuestro país.
Abuso sexual infantil, maltrato a menores bajo tutela y estupro son las denuncias reiterativas que arrojan cifras alarmantes recogidas por la Fiscalía, que atendió un total de 3. 804 víctimas de abuso sexual, más de 1.400 casos de maltrato infantil y casi 900 de estupro en el 2022.
Dos niños que habrían sido maltratados por sus familiares están internados en el Hospital Regional de Ciudad del Este. Una de las víctimas tiene ocho meses e ingresó con lesión en la cabeza, hematomas y tuvo que ser ingresado a terapia intensiva. En otro caso la víctima de tres años sufrió un fuerte golpe en el muslo y su madre también fue golpeada.
CIUDAD DEL ESTE. Una niña de 8 años fue rescatada de su entorno familiar luego de que se haya denunciado que supuestamente estaba siendo víctima de constantes maltratos y que era obligada a realizar trabajos forzosos para su edad. Intervino en el caso la fiscala Vivian Coronel, de la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes.
Prácticamente no pasa un día sin que se haga público un caso de abuso sexual o de maltrato infantil. Resulta espeluznante conocer los casos, y es doloroso enterarse de los detalles. Su sola lectura provoca repulsión y genera una herida en el alma que ni siquiera se puede comparar con la que deberán sufrir de por vida los sobrevivientes de esos ataques. Y todo esto ocurre pese a que existe una amplia legislación y una serie de instituciones y organizaciones cuya razón de ser es precisamente impedir que ocurran estos deleznables hechos. Hay también muchas cosas que como individuos podemos hacer para frenar esta horrenda epidemia que vulnera a los más chicos y protegerlos dentro de nuestras posibilidades.
Dos niños, de siete y 11 años respectivamente, fueron abandonados en un inquilinato, mientras la madre salía a farrear. La Policía y la Defensoría Pública tuvieron que intervenir para resguardar a los menores de edad.