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La crisis en el sistema de salud pública alcanza niveles alarmantes, según denuncias del doctor Jesús Irrazábal, del Hospital Nacional de Itauguá, y la enfermera Nelly Giménez, del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu. Ambos profesionales describieron una realidad marcada por la falta de medicamentos, insumos básicos y condiciones de insalubridad.
El doctor Irrazábal enfatizó que, a pesar de los montos asignados al Ministerio de Salud, el problema radica en la ejecución de los recursos. “Mes a mes, ese dinero no nos llega. La falta de insumos es estratégica: cuando se tiene un medicamento, falta otro. Y cuando se abastece el faltante, ya se agotó lo que se tenía disponible”, explicó.
Esta situación obliga a los familiares de los pacientes a comprar insumos de urgencia, lo que representa un gasto inesperado y muchas veces inaccesible.
Además, Irrazábal reveló que la saturación de los hospitales es insostenible. En el Hospital Nacional de Itauguá, la terapia neonatal opera con 14 a 16 camas en condiciones de hacinamiento, lo que genera un “campo de cultivo para infecciones intrahospitalarias”.
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Según el médico, la precariedad del sistema resulta en la muerte de tres recién nacidos por día debido a la falta de atención eficaz.
Por su parte, la enfermera Nelly Giménez denunció que el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu enfrenta una crisis sin precedentes. La falta de guantes, suero fisiológico, antibióticos, jeringas y anestésicos esenciales como fentanilo y morfina afecta directamente la atención de los niños en terapia intensiva.
“Aunque llega un stock, se termina muy rápido. Cada vez se suma algo nuevo a la lista de carencias”, lamentó.
“Vamos a estar mejor” en los hospitales, quedó en el olvido
Giménez recordó la promesa de campaña del presidente Santiago Peña, quien aseguró que “vamos a estar mejor”. Sin embargo, destacó que las necesidades básicas en los hospitales y las reivindicaciones salariales del personal de salud siguen sin ser atendidas.
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“Nos pasamos llorando todos los días con nuestros pacientes por las necesidades que tenemos. La salud no puede esperar”, expresó con dolor.
Ambos profesionales coincidieron en que fortalecer el sistema sanitario debe ser una prioridad para el Gobierno. La actual situación no solo pone en riesgo la vida de los pacientes, sino que también evidencia la falta de compromiso con un derecho básico como es la salud.