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El ingenio y la vocación por ayudar los motivó a los médicos intensivistas a recurrir a las cámaras de goma para ayudar a la comodidad de las embarazadas internadas en terapia intensiva, conectada a un respirador, y que deben estar boca abajo. Recordemos que las embarazadas, así como todos los pacientes graves de covid, deben permanecer boca abajo para mejorar su respiración.
La directora del Hospital Nacional de Itauguá, Yolanda González, explicó que a raíz del crecimiento del bebé, las embarazadas tienen una presión intraabdominal que reduce su capacidad pulmonar, pues se comprimen los órganos internos.
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La panza queda en medio de la cubierta
Es por eso que se recurre a las gomas con aire “como un salvavidas”, describió la doctora. Mediante ese recurso, la panza queda en el centro de la goma y se acomoda a la internada con almohadones en las piernas y en la zona pectoral. De esta manera se logra que el vientre no llegue a la cama, y la embarazada no esté tan incómoda.
Por otro lado, relató que son muchas las ocasiones en que terminan haciendo cesáreas en la cama de terapia, en una verdadera emergencia, pues no da tiempo de llevar a las embarazadas a un quirófano, ya que así desaturarían.
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Gestación avanza “hasta donde se pueda”
Agregó que en muchos casos tratan de salvar la vida del bebé sacándolo muchas veces a las 30 semanas o antes, pues se avanzan los embarazos “hasta donde se pueda”, debido a la gravedad de los cuadros de COVID.
Hasta la semana pasada existían cinco personas en esa situación
La directora manifestó que los terapistas pasan “cosas que nadie imagina”, en el interior del hospital, tratando de encontrar la mejor forma de salvar a la gente.