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La Junta recordó en su dictamen que el Ministerio de Salud recomienda en forma precisa que los familiares de pacientes con sospecha de patología respiratoria, específicamente sars cov 2 no deben permanecer en el predio del hospital. Añade que a pesar de ser una comodidad, que pretendía solucionar una necesidad social, la carpa se convirtió en un riesgo potencial para la salud de todas las personas que, por trabajo y salud, deben acudir al hospital.
La nota detalla que existen evidencias de que los familiares recorren todo el hospital y se cambian los responsables de los pacientes, sin haberse realizado ninguna prueba de hisopado, pese a que muchos de ellos son potenciales portadores del virus. Añade el escrito que se aglomeran realizando asados y festejos, y hasta utilizan la carpa para tener relaciones sexuales además de existir pruebas del consumo de bebidas alcohólica e incluso drogas.
Afirman que, a pesar del esfuerzo que se invierte en conservar la carpa dentro de las condiciones adecuadas, hay quejas a la prensa y en redes sociales echando toda la responsabilidad sobre el Hospital Nacional. Describen que el modelo utilizado por otros centros asistenciales que manejan patologías respiratorias es el de la comunicación por vía telefónica, con muy buenos resultados, se informa por este medio al familiar las novedades o requerimientos de sus pacientes.
La Junta está integrada por médicos y personal de enfermería electos para brindar consejos y preocupaciones a la dirección general del Hospital que está a cargo de la Dra. Yolanda González.
Al respecto la directora médica, Dra. Estela Torres, dijo que lamentablemente tiene que proceder a desarmar las carpas porque tras ser avisados de que deben apegarse a las reglas del hospital, nunca cumplieron. Añadió que ingresan dentro del área hospitalaria y que además están entre varias personas por enfermo, cuando por recomendación ministerial debe ser un familiar responsable por paciente.
Afirmó que el Nacional es el único hospital que ofrece un albergue, pensando en que muchos provienen de lejos, pero que están utilizando como sus propias viviendas recibiendo a amigos y otros familiares, que incluso convierten los fines de semana en lugar de diversión. “Por seguridad de funcionarios, pacientes y familiares de pacientes de otras patologías se decidió que se deben quitar las carpas”, acotó.