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Esta mañana, en comunicación con ABC, el parlamentario de Colorado Añetete Silvio “Beto” Ovelar habló sobre la relación existente entre el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y el exjefe de Estado Horacio Cartes. Si bien el legislador negó que el Gobierno haya sido entregado a Cartes, reconoció que tiene poder en el mismo. En ese contexto, hizo memoria de cómo empezó el periodo del actual mandatario y cómo se llegó hasta esta alianza colorada.
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“Empezamos el gobierno con una tendencia anticartista, con una tendencia a mantener distanciamiento con Cartes. En ese momento, ¿los otros partidos le abrieron la puerta a Mario Abdo para gobernar? No. ¿Entonces qué puede hacer un presidente de la República? A mí no me parece mal”, indicó.
Señaló, en ese sentido, que era más factible pactar con alguien de su propio partido antes que con los otros bloques, “porque de lo contrario este país sería una anarquía, ingobernable”, resaltó.
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También dijo que en “un país como el nuestro” siempre hay una posibilidad de que se haga un juicio político con adversarios como Efraín Alegre, titular del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Añadió que este no desaprovecha la más mínima posibilidad de atacar por todos los frentes para llegar “por la ventana” a la Presidencia.
Además, rememoró que Colorado Añetete fue el movimiento que se opuso a que se apruebe la enmienda que buscaba la reelección de Cartes en marzo de 2017.
“Cartes no tiene trono, pero no podemos discutir que tiene un determinado poder, porque hay que reconocer que Cartes, no siendo senador, no teniendo un cargo político, tiene una bancada importante en el Senado y en Diputados, entonces te pregunto algo: ¿Cómo Mario Abdo Benítez se va a negar a conversar con él, conversar abiertamente, si no tiene otra posibilidad? ¿Los sectores democráticos nos dieron la mano para gobernar?”, cuestionó.
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En ese contexto, manifestó que la crisis por la pandemia del COVID-19 no va a terminar mañana y aseveró que no solo Paraguay, sino que el mundo va a ser diferente en la post pandemia, por lo que no solo va a hacer falta la unidad dentro de la Asociación Nacional Republicana (ANR), sino con todos los sectores de la política.
“El Partido Colorado, primero, no es la mafia; podemos tener referentes bien averiados (...) Marito, el Gobierno, no pactó con la mafia. José Alberto Alderete no es tampoco el articulador de la mafia, te puedo asegurar, y te digo lo siguiente: como nunca antes en ningún gobierno se combatió al narcotráfico, al contrabando (...) Lamentablemente, se vino la pandemia”, añadió.
Asimismo, negó que la Corte Suprema de Justicia haya sido entregada al líder de Honor Colorado, pero tampoco pudo negar que la elección de César Diesel en dicha instancia judicial haya sido por obra de Cartes.
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Antecedentes
Cabe recordar que Mario Abdo Benítez llegó el poder mostrando una abierta oposición al gobierno de Horacio Cartes y a su intención de lograr la reelección presidencial vía enmienda de la Constitución Nacional en marzo de 2017. También aseguró que no pactaría con la impunidad.
Sin embargo, tras asumir, se dieron el famoso “abrazo republicano”. Esto se habría acentuado con el acta secreta de Itaipú –firmada en mayo del año pasado– cuando Mario Abdo estuvo a punto de ser destituido vía juicio político y Honor Colorado retiró sus votos, lo que disolvió la mayoría para el efecto. Esto se dio coincidentemente luego de una reunión entre el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, y el exmandatario Horacio Cartes.
Ahora, con la “Operación cicatriz” –que busca la unión entre ambos sectores principales del Partido Colorado–, el movimiento Honor Colorado (HC) fue ganando espacios en el Gobierno. Incluso, se considera una gran muestra de poder de Cartes la reciente visita “privada” del exjefe de Estado de Argentina Mauricio Macri, quien pudo acceder al país en plena pandemia de COVID-19, cuando las fronteras están cerradas para vuelos comerciales. Hasta el momento, solo se permitían viajes humanitarios de repatriación y todos los que ingresaban al territorio nacional debían guardar una cuarentena sanitaria de al menos 15 días.
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Lo más llamativo de la visita mencionada fue el protocolo excepcional elaborado por el Ministerio de Salud para visitas temporales de hasta “24 horas” solo cuatro días antes de la llegada de Macri, además de que este último, después de reunirse con Cartes –sin cumplir los protocolos establecidos en el instructivo sanitario–, también fue a “saludar” al presidente Mario Abdo.