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Con el objetivo de encontrar explicaciones certeras, me tomé la iniciativa de recorrer las calles de la Gran Asunción, tratando de descubrir de lo que tanto se habla pero, en cambio, las autoridades que tienen responsabilidad dentro del área a especificar tienen como un tabú, y acusan de que aquellos que hablan, buscan cómo desacreditar al gobierno.
No deberían tratar, ocultar la realidad y justificar la ineficiencia, sino cumplir su rol. El Ministerio encargado del área… claro si el sistema del gobierno tiene la voluntad política de cumplir su deber ante la sociedad, y que la Constitución Nacional le ordena, cumpliendo con altura su responsabilidad y función que la suprema voluntad les confiere.
Específicamente, quiero hablar de los niños que sobre viven en las calles sin amparo de sus progenitores y abandonado a su suerte por razones múltiples. Uno porque perdió a sus padres por culpa de la violencia intrafamiliar. Eso tiene explicaciones del por qué, porque la familia vive con una cultura muy descendente como también económica y eso lo lleva en una degradación moral, el padre es alcohólico y no tiene trabajo seguro. El abandono de padre y madre, el chico que abandona su hogar por incompatibilidad de conducta y carácter con su madrastra o padrastro, otro porque tiene mucho hermanitos y debe ayudar, porque tiene una madre soltera con muchos hijos, otro porque su madre viajó a buscar mejores horizontes y, en los peores casos, porque sus padres están en prisión cumpliendo condenas, uno en la cárcel y la otra en el Buen Pastor.
En fin, si enumeramos todas las causas sería interminable. Pero lo cierto es que hasta hoy en el país no se pudo lograr estabilidad económica para tener un futuro mejor. Todo es porque jamás hubo gobernante en la era democrática que se preocupó realmente del proceso que debiera cambiar la suerte de los desamparados. En el peor de los casos, seguimos enredados en la anarquía política y la ingobernabilidad por la incoherencia de los políticos porque, ante todo, interponen su ideología o intereses económicos y políticos, y se abandonaron proyectos de crecimiento económico que deberían aliviar las necesidades más apremiantes.
En cada nuevo periodo de gobierno existen promesas, pero que jamás se cumplieron y fueron ejecutados los ofrecimientos y los proyectos esgrimido durante la campaña política.
Esta investigación me dio la prueba palpable de que si hoy no se comienza un proceso serio, en 20 años, estaremos con un índice mucho más alto de los que llamamos acto criminal o índice de criminalidad que hoy aqueja a la sociedad en general. La violencia irá creciendo con el aumento de la población, aumentando el cinturón de pobreza alrededor de la ciudad capital por la constante inmigración campesina en busca de mejorar su nivel de vida.
En defensa de estos niños, por el futuro de ellos y la sociedad en general, quiero poner en las manos del amigo lector este material. En algunos puntos recopilado y donde también voy a ir dejando en claro mis preocupaciones y conclusiones, esperando que algunos de mis amigos lectores tengan el valor de poner su grano de arena a favor de esta causa.
Todo lo que estamos conscientes de las circunstancias, sabemos que es triste cuando vemos niños en las calles, en un día de calor con los pies descalzos sobre un pavimento que tuestan en cualquier hora del día, a la noche, en los días de invierno, sin abrigo, en la calle pidiendo monedas. Seria doloroso arrastrar la vida de esta manera y más cuando nos damos cuenta la falta de amor en la vida de estos pobre chicos sin techo sin comida en horas acostumbrado como aquellos que tienen suficientemente y no tienen la preocupación como aquellos.
Con los claros y puros de la era y conocimiento científico del siglo XXI, el desarrollo de política social democrática alrededor del orbe, aprobando leyes de organizaciones mundiales en materia legal que los países reconocen como fuerza de Ley, aumento de tecnología y conocimiento en conjunto, con las posibilidades económicas que se destinan a favor de estos indefensos, deberían haber cambiado la perspectiva de los chicos que vagan la callejuela de las ciudades del mundo. Ellos viven completamente desamparados.
¿Quién piensa y se pregunta que en el mundo van en aumento las necesidades y la pobreza? Ninguno, de los que tienen posibilidad y poder. Es una decepción cuando pensamos que podría mejorar a paso del tiempo y con la ayuda de la sociedad en conjunto. Pero la hipocresía, la falta de interés y la irresponsabilidad de la autoridades, no dan espacio para optimizar la vida de estos desamparados, abandonados e indefensos, quienes se ciñen con el manto negro de la desesperanza, de todo su legítimo derecho. Viven humillados en las calles, recorriendo de una esquina a otra mendigando, mientras la sociedad fundamenta y domina legislaciones que ampara en sus derechos a estos niños a quienes les deberían servir como soporte para disfrutar de una vida digna, si los padres no tienen la capacidad de darle techo, alimento, educación y vestimenta.
La Constitución Nacional ampara la protección de los niños señalando que es de carácter prevaleciente, pero todas son letras violentadas y muertas por no ser ejecutadas por el Estado, que debería dar reguardo y sustento. La falta de voluntad e interés político les dejan vivir en un estado de orfandad y abandono cruel. Es penoso ver inocentes necesitados vagando desnudos con algún tipo de estupefaciente en las manos, a la luz del día, en un lugar de concurrencia internacional alrededor de la Confederación Paraguaya de Fútbol y el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi. Criaturas hambrientas que se drogan con cola de zapatero. Es una vergüenza internacional, por algo figuramos en último vagón del tren a nivel mundial en desarrollo social y económico.
Según un estudio realizado, la cantidad de niños en las calles en todo el país orillaría los 25.000 y, para los próximos años se sumaría otros 3.000 más, en nuestro país, pero las instituciones públicas encargadas de esta área deja mucho que desear en su función están llenas de proyectos y no establecen medidas correctivas para ejecutarlos. Muy pocos son los datos y repuestas evidentes que se pueden apreciar a favor de ellos.
La falta de interés del gobierno por la realidad que atraviesan estos niños abandonados e indefensos, que en algún momento uno ve tan impulsivo, inocente y travieso, a la vez en ocasiones, cometiendo travesuras que demuestran su inocencia. Lástima que no tienen respaldo para tener una infancia que merece un niño.
Podemos aclarar que por las experiencias de las que vemos a cada momento, uno puede emitir juicio y reflexionar un segundo y enumerar algunas instituciones, leyes y normas que les amparan y analizar el porqué el infortunio y la desgracia de tantas criaturas.
Señores autoridades, la pelota de San Juan esta en medio del campo de juego pero percátense, aunque ya les antepone, y apáguenla porque esta con fuego.
Claudio Ayala Samudio