Monsanto, que emplea unas 22.000 personas en 60 países, dijo que planea una reorganización global que implicará reducir unos 2.600 puestos de trabajo en los próximos 18 y 24 meses.
La empresa no dio detalles sobre las regiones o funciones afectadas. Monsanto solo indica en un comunicado que deja su actividad de caña de azúcar y espera economizar a largo plazo 400 millones de dólares gracias a este plan de reestructuración.
Estas supresiones de empleo le siguen al anuncio de malos resultados financieros en el cuarto trimestre de su ejercicio 2015.
En ese período Monsanto perdió 495 millones de dólares debido a la caída de precios de los granos y los importantes gastos jurídicos de su reestructuración.
En el conjunto del año, el beneficio neto del grupo especializado en transgénicos cayó 15,5% a 2.310 millones de dólares. Además su volumen de negocios bajó 5,4% a 15.000 millones de dólares.
Monsanto pasa por dificultades cuando la venta de semillas transgénicas, su principal fuente de ingresos, cayó 4,6% debido a la baja de los precios del maíz (2%) y de la soja (12,7%).
En cuanto a fertilizantes y herbicidas, los ingresos se replegaron 7% afectados por el bloqueo de diversos países al herbicida Roundup, al que se le atribuye ser la causa de una elevada mortalidad de las abejas.
También está envuelto en controversias desde que en marzo el glifosfato, su principal activo, fue clasificado como un producto “probablemente cancerígeno” por la Organización Mundial de la Salud.
La apreciación del dólar ante otras divisas encareció los productos de Monsanto en países como Brasil, donde los agricultores locales son grandes consumidores de semillas y otros insumos agrícolas de la compañía.
El real brasileño se depreció 35% ante el dólar en lo que va del año. Monsanto pierde cuando convierte a dólares sus ventas en países emergentes.
La empresa sufrió también reveses judiciales, especialmente en Francia donde fue señalado como responsable de la intoxicación de un agricultor que usó el herbicida Lasso. El caso está en apelación.
Hasta el verano boreal, Monsanto, creada en 1901 en Saint Louis, Estados Unidos, esperaba crecer comprando otras compañías. Sin embargo sus esfuerzos por comprar Syngenta, fabricante suizo de semillas, fueron en vano y el grupo estadounidense tiró la esponja.
La fusión con Syngenta apuntaba a crear un gigante mundial de semillas que vendería para todos los cultivos y productos asociados a la producción.
Esa alianza le hubiera dado también la oportunidad de desarrollarse en la franja de la agricultura analítica y de gestión de riesgos. Esas áreas se aplican a desarrollar tecnologías para obtener informaciones confiables, por ejemplo sobre la calidad de las tierras, de modo de ayudar a los agricultores a mejorar sus cosechas.